La estima corporal hace referencia a la percepción subjetiva que las personas tenemos sobre nuestro propio cuerpo. Cuando esta percepción está cargada de autocrítica y nos genera malestar general hacia nuestro cuerpo o partes específicas de éste, podemos hablar de insatisfacción corporal. Este malestar puede variar desde un leve desagrado hasta una fuerte aversión, sintiendo que nuestro cuerpo da “asco”.
Reconocer los síntomas de insatisfacción corporal es crucial para abordar este problema y mejorar la relación con tu cuerpo. Aquí tienes una guía para identificar los síntomas más frecuentes:
1. Autocrítica excesiva: frecuentemente piensas que tu cuerpo no es lo suficientemente bueno. Tu mente se convierte en la peor crítica, enfocándose en tus imperfecciones y todo lo que tienes que mejorar.
2. Comparación constante: te comparas frecuentemente con otras personas, especialmente aquellas que tienen un cuerpo como el que a tí te gustaría alcanzar. Sientes que las demás personas son más atractivas y esto te genera tristeza y vergüenza.
3. Preocupación por cómo te verán los demás: te preocupas excesivamente en cómo te verás en eventos sociales y qué pensarán sobre tu apariencia otras personas. Por ello, dedicas mucho tiempo pensando cómo vestirte o cómo esconder ciertas partes de tu cuerpo para que los demás no lo perciban.
4. Malestar emocional: sientes vergüenza por mostrar tu cuerpo en público, o frustración por no poder alcanzar el cuerpo ideal. Sientes que no tienes suficiente fuerza de voluntad y que es tu culpa estar en esta situación. La ansiedad y la tristeza están presentes en tu día a día cuando te miras al espejo.
5. Evitación: estas emociones desagradables hacen que frecuentemente evites situaciones sociales donde haya que mostrar tu cuerpo, como ir la playa o hacer ejercicio en verano. Es posible que evites usar camisetas de manga corta a pesar del calor, o que uses ropa ancha para que no se marque la barriga. Estás constantemente pendiente de que no se noten las partes de tu cuerpo que no te gustan.
6. Dietas y ejercicio obsesivo: quieres alcanzar el cuerpo ideal aunque eso requiera realizar dietas constantes y ejercicio físico obsesivo. El objetivo de estas dietas y ejercicio está centrado en el peso y la imagen corporal, en lugar de tu bienestar físico y mental. No hacerlo te genera frustración y te sientes culpable.
7. Aislamiento social: evitas situaciones sociales, ya sea para poder cumplir tus objetivos de alimentación y de ejercicio, como para no mostrar tu cuerpo aquellos días en los que peor te ves. Poco a poco vas rechazando planes que antes disfrutabas.
Si reconoces varios de estos síntomas en ti o en alguien cercano, podría ser útil buscar ayuda profesional. No olvides que buscar ayuda y apoyo es una muestra de fortaleza y un paso decisivo para hacer las paces con tu cuerpo.
Referencias
- Cash, T. F. (2012). Cognitive-behavioral perspectives on body image. Encyclopedia of body image and human appearance, 1, 334-342.
- Mendelson, B. K., Mendelson, M. J., & White, D. R. (2001). Body-esteem scale for adolescents and adults. Journal of personality assessment, 76(1), 90-106.
- Thompson, J. K., Roehrig, M., Cafri, G., & Heinberg, L. J. (2005). Assessment of body image disturbance. Assessment of eating disorders, 175-202.